En diciembre de 2018, algo extraordinario sucedió en University of Chicago Medicine.
Dos triple trasplante de órganos fue realizado por primera vez.
Dos pacientes recibieron cada uno: un corazón, un hígado, y un riñón.
Ambos Sarah McPharlin y Daru Smith están muy bien hoy.
Su historia de amistad es un lazo construido en un momento de increíble adversidad que logró capturar la atención de millones de personas. Desde que se realizaron estas sorprendentes cirugías, el equipo de UChicago Medicine ha realizado cuatro triple trasplantes.
No existe otra institución médica en el mundo que haya hecho tantas.
Hay que tener los pacientes que presenten la enfermedad y que requieran trasplante triple de órganos, pero necesitas que tengan el coraje, la determinación y la dedicación para someterse a una cirugía tan compleja y lograr sobrevivir.
Ahí es donde la fortaleza de nuestros pacientes aparece realmente y produce resonancia.
Cuando me levanto, mi primer pensamiento es quizás tengo esto y puedo hacer esto.
Puede lograrlo, Daru. Puedo hacer esto, y pienso que esto es lo que me hará superar esto, mi mantra personal, mi motivación personal, tener una mentalidad positiva, a pesar de lo que pueda pasar.
Maravilloso, de hecho, como sorprendente. Como si estuviera diciendo, la diferencia entre los dos es de 360 grados. Ha sido como un año de completo crecimiento. Así que, por mucho tiempo, yo debo estar siempre con mi mamá a pensar que, en este momento, trabajamos en nuestra independencia y retornar a mi trabajo.
Realizar seis triple trasplantes de órganos en un periodo de 12 meses es una proeza increíble.
Pacientes de varias partes del país llegan a UChicago Medicine para realizarse procedimientos extremadamente difíciles. Es una sinfonía muy compleja que necesita ser tocada a la perfección.
Una analogía es como lanzar un juego perfecto excepto que tenemos que hacerlo seis veces en un año, y no creo que nadie más ha logrado hacer eso. La historia de Sarah and Daru ha servido de inspiración para otros.
La historia de Daru es una de fortaleza mientras piensa en su pequeño hijo, deseando estar con él en su crecimiento; Sarah trabajó como voluntaria en UChicago Medicine después de realizarse su trasplante, habla con otros pacientes de triple trasplante, ayudándolos en este difícil viaje.
Ellos son mis héroes. Ha sido una experiencia interesante llegar aquí y hacer parte del equipo es realmente emocionante. Neil Perry de 55 años y Apurva Patel de 45 años son dos pacientes para triple trasplante quienes continuaron después de Sarah and Daru.
Si, pienso que Daru y yo, hemos construido una amistad basada en ser positivos para hacerse sus cirugías. Todos de alguna manera pasamos por lo mismo, después de todo, Dara y Sarah, como lo he mencionado, pasaron por ahi. Abrieron un camino y yo lo atravesé. Apurva estaba justo detrás de mi apoyándome. Me siento divinamente. Es maravilloso que puedas salir de la cirugía y literalmente después de 12 o 24 horas te están diciendo que debes caminar.
Quisiera decir, esto es como ciencia ficción, es lo que es. Él sufrió de problemas del corazón desde su nacimiento y no esperaba vivir hasta la edad adulta. Apurva tenía una situación diferente. Los médicos pensaban que él tenía una enfermedad autoinmune rara. Ambos tenían una actitud maravillosa y un sentido de humor que los ayudó a enfrentarse con los retos de los trasplantes.
Apurva menciona que su esposa lo hace reír. Ella bromea sobre eso. Comenta, todos estos años solo pensé que eras perezoso, y de repente podrías haber tenido una razón para eso.
Neil viajó desde Kentucky para realizarse su trasplante y ahora quiere vivir aquí. Apurva viajó desde Washington, DC., nació y creció en el área de Chicago pero quiere regresar a su familia cuando los doctores lo permitan. Ambos están agradecidos por la atención y están asombrados como se sienten después de una cirugía tan compleja.
Yo pensé que quizás quedaría en convalecencia durante 6 meses o un año simplemente en rehabilitación. Pero fueron dos o tres días después cuando estaba caminando por la habitación dando vueltas y vueltas. No podía creerlo. Estaba contándole a alguien, que yo no creía que hubiese tenido un encuentro malo con un profesional de salud en University of Chicago, ya sea un médico y las enfermeras son fantásticas. Y yo no era un invitado, fui un residente permanente por 110 días, es como si viviera aquí.
Ellos me ven en mi peor momento, me ven en mi mejor momento. Me ven más gruñón. Me ven de la manera más repugnante. El cuidado era fenomenal. Todos los pacientes de trasplante están agradecidos por una segunda oportunidad en la vida, en el acto más desinteresado de todos, por los donantes y sus familias.
Estoy eternamente agradecido por los donantes y las familias, y quiero dejarles saber que vivo de la manera más plena para mi pero también para mis seres queridos. Estamos agradecidos, muy agradecidos y quiero emplear el resto de mi vida para ayudar a otros. La gente que conocí, la gente quien ha recibido regalos similares como yo, pienso todo, en la persona, en sentir lo mismo. Y creo que eso es un testimonio asombroso, un regalo, el hecho de que esto cambia vidas y transforma vidas y transforma personas.
Te amamos y gracias.