Carl Adams
Carl Adams estaba en su patio trasero cortando árboles y moviendo troncos cuando su rodilla empezó a dolerle.

Es un hombre de 72 años, que pasó gran parte de su vida al aire libre, realizando tareas de jardinería, juagando al golf y paseando su perro Pastor Alemán. Unas inyecciones de cortisona lo ayudaban a estar bien, pero los efectos no duraban mucho. Su doctor le dijo que necesitaría operarse.

Aunque Adams y su esposa viven en la ciudad de Michigan, Indiana, el sabia donde quería ir.

“Nuestra familia ha tenido muchas operaciones importantes en University of Chicago, y en cada contacto que hemos tenido con la universidad ha sido excepcional”, dio el. “Es desafortunado necesitar una cirugía, pero cuando tienes que hacértela, debe ser con los mejores que puedas conseguir”.

El Dr. Aravind Athiviraham, cirujano ortopédico le contó a Adam sobre un procedimiento bastante novedoso: la cirugía asistida por un brazo robótico para el reemplazo parcial de rodilla.

El procedimiento, llamado rejuvenecimiento parcial de rodilla de Mako,  utiliza una avanzada tecnología con un brazo robótico que remueve áreas afectadas de la rodilla y conserva el hueso sano y los ligamentos. Antes de la cirugía, el paciente se realiza una Tomografía Computada. Esa información es la que se carga en el software, la cual ayuda a determinar el tamaño del implante, donde debe ir y cuanto tejido óseo debe ser cortado. Luego  los cirujanos utilizan el brazo robótico para darle forma al hueso antes de poner el implante en el sitio donde solía estar el hueso.

“la precisión es genial”, dijo Athiviraham, quien está a cargo de pacientes con lesiones por sobreuso y atletismo. “Reseca menos hueso y nos permite poner los componentes del reemplazo con precisión”.

Antes de la técnica robot- asistida, los cirujanos necesitaban limpiar la superficie del hueso manualmente, lo que generalmente resultaba en una mayor cantidad de tejido resecado y mayor tiempo de recuperación.  Mientras más rodilla “propia” dejemos, generalmente significa una mejor y más rápida recuperación.

Adams, que tenía artritis y daño ligamentario, fue candidato para un reemplazo parcial de rodilla porque el daño estaba limitado solo a uno de los tres compartimientos de la rodilla. El daño en más de un compartimiento generalmente requiere de un reemplazo total de rodilla, donde se reseca más hueso y se inserta un implante más grande.  

Adam nos dijo: el aspecto robótico de la cirugía fue “realmente genial”. “Realmente todos  se tomaron su tiempo para explicarme exactamente qué pasaría con la operación”.

Adams comenzó terapia física no mucho después de la cirugía, la cual fue en Octubre de 2018. Menos de un mes después, el caminaba sin cojear.  Al llegar el Día de Acción de Gracias, él estaba 100 % recuperado, según nos dijo. Y un año después, él tuvo su última visita de control con Athiviraham, y dejo todo aclarado.

“Ahora, Yo ni siquiera puedo contar que sucedió”, dijo Adams. “Mi rodilla se siente absolutamente normal. Puedo hacer todo lo que hacía antes. Inclusive la cicatriz es casi invisible”.

Athiviraham dijo: “Esa es la ventaja de la cirugía robot-asistida. Uno tiene insciones más pequeñas, remueve menos hueso, lo cual ayuda a la recuperación del paciente”. Además la cirugía robot-asistida puede usarse para los remplazos totales de rodilla, pero estos beneficios se ven particularmente en los reemplazos parciales de rodilla.

Athiviraham nos dijo: “ Es una cirugía muy emocionante la que ofrecemos, y a la que no muchos centros médicos tienen acceso”