Scott McIntyre, CAR T-cell therapy recipient

Mirándolo hoy a él, uno nunca lo sabría, pero a Scott McIntyre le dieron hace cuatro años solo unos pocos meses de vida.

Él estaba perdiendo su batalla contra un linfoma B de células grandes (DCBCL). Unos cuantos ciclos de quimioterapia, un transplante de stem cell e inclusive dos ensayos clínicos y terapia radiante dirigida le dieron solo una remisión temporaria.

El cáncer volvió nuevamente.

Cuando el cáncer comprometió sus pulmones, McIntyre sintió que ya no tenía opciones. Fue entonces que decidió participar en un ensayo clínico muy promisorio de inmunoterapia, ofrecido por University of Chicago Medicine.

“Mis oncólogos nunca se rindieron. Mis doctores no se rindieron. Mi familia no se rindió. Y los investigadores no se rindieron.”

Mis oncólogos nunca se rindieron. Mis doctores no se rindieron. Mi familia no se rindió. Y los investigadores no se rindieron.

McIntyre nos contó que “los doctores le dijeron: No sabemos cómo va funcionar esto, pero tenemos esperanza que nos ayudará a aprender más sobre la enfermedad y ayudar en el futuro a los pacientes”. “Cuando escuché eso, la presión simplemente se alivió. Les dije: Estoy listo. Vamos a hacerlo”.

Él se convirtió en el primer paciente en Illinois en ser tratado con terapia de CART T-cell.

La Terapia de CAR T-cell consiste en la extracción de glóbulos blancos de la sangre de un paciente con cáncer y reprogramar las células T – las células guerreras del sistema inmune - con un anticuerpo símil a una proteína llamada Receptor de Antígeno Quimérico o CAR por sus siglas en inglés (Chimeric Antigen Receptor). Las células modificadas son devueltas al cuerpo del paciente, en un proceso que lleva menos de 10 minutos. Esas células T modificadas por ingeniería genética respetan las células sanas y se adhieren a las células enfermas, matándolas. Básicamente, usan el propio sistema inmune del paciente para pelear contra el cáncer.

Después del procedimiento, McIntyre tuvo fiebre algunas semanas, lo cual era esperado por sus doctores. Pero poco después, el empezó a sentirse mejor. A unas semanas de regresar a su casa, el recibió un llamado de la Dra. Sonali Smith, oncólogo e investigador de UChicago Medicine.

Ella tenía los resultados de su medula ósea y estaba exultante: El cáncer se fue.

Ella le dijo a McIntyre: “Tu eres mi milagro andante”

Esto fue tres años atrás, y el cáncer permanece sin regresar.

De acuerdo al Dr. Michael Bishop, director del programa de terapia celular de  UChicago Medicine, la tasa de éxito de la terapia de CAR T-cell es de 30% a 40% para remisiones completas, sin tratamientos adicionales.

Mientras McIntyre todavía debe visitar a sus doctores algunos meses para una breve infusión de inmunoglobulina que lo ayudan a combatir las infecciones, él no ha presentado efectos colaterales por la terapia.

McIntyre, fanático del equipo de futbol americano Notre Dame dijo: “CAR T-cell fue nuestro tiro más largo. Tiramos la pelota al aire y termino llegando a la meta”. “Mis oncólogos nunca se rindieron. Mis doctores no se rindieron. Mi familia no se rindió. Y los investigadores no se rindieron”.

Cuando McIntyre fue ver el  juego de su equipo de futbol Notre Dame después de su tratamiento con CAR T-cell, le envió una selfie a la Dra. Smith con la siguiente leyenda: “Gracias a Ud., Yo estoy viviendo mi sueño”.

Smith dijo: “Yo nunca olvidaré ese mensaje”. “Era una maravillosa foto de él durante el partido, junto a su esposa y su hijo, lleno de vida y gratitud por algo  que habíamos trabajado. Él había pasado por varios tratamientos, diferentes ensayos clínicos, siempre con la esperanza que el próximo tratamiento finalmente pueda deshacerse de su cáncer. Y ahora él era la foto de la salud, de la normalidad”.

“Que  nuestros pacientes retomen a una vida donde puedan ir a un partido de futbol o pasar el día al sol, es la única razón porque nosotros estamos en este campo.

Cada año McIntyre le envía una selfie desde el estadio de Notre Dame durante el juego de apertura de la temporada.

Hoy, McIntyre tiene 56 años, regresó a su trabajo en la concesionaria de camiones en South Bend, Indiana y disfruta de su vida junto a su esposa de 36 años y sus tres hijos. El está esperando el nacimiento de su primer nieto en Noviembre de 2019 y planea participar de la boda de su hijo en Abril 2020.

Además, el brinda soporte a pacientes y familias en tratamiento con CAR T-cell, compartiendo su historia y ayudándolos a ellos en el proceso, generando un grupo de Facebook. McIntyre recibió en Agosto el premio Inspiración otorgado por la Sociedad Americana de Cáncer.

McIntyre  dijo: “Yo no encuentro como agradecerles lo suficiente a todos. Yo estoy tan feliz de estar vivo para  experimentar todo esto. El futuro luce muy luminoso”.